AsWriters Forever!
Escena 1
En la pantalla se reflejaban distintas ventanas mostrando la actividad de las diferentes cámaras de vigilancia más importantes de la ciudad.
Las observaba pensativo, esperando encontrar alguna pista que les guiara hasta él.
Permanecía sentado en el sofá con el portátil delante, mirándolo… en silencio. Un suspiro de resignación sale de sus labios...su rostro mostraba el cansancio acumulado de estos últimos días.
Unas manos suaves se posaron lentamente sobre sus hombros ofreciéndole un masaje reparador.
Esbozó una sonrisa mientras cerraba los ojos dejándose llevar. Al sentir cómo la presión disminuía emitió algún gemido de alivio.
Felicity se acerca a su oído, lo muerde un poquito y le susurra:
-- Deberías descansar, o de lo contrario al que tendrán que rescatar la próxima vez será a ti, y te aviso de que el cuero no me sienta bien.
Oliver no pudo reprimir sonreír abiertamente.
-- Dig no vuelve hasta pasado mañana y para entonces quiero saber quién es nuestro nuevo amigo.
-- Más a mi favor.
Empieza a darle besos por el cuello.
-- Esto puede esperar a mañana.
Felicity cerró el ordenador y se sentó encima de él encajándose sobre su cadera.
-- ¿Tiene alguna idea en mente señorita Smoak? Pregunta con una sonrisa
Ella pasó sus manos cuidadosamente por detrás de su cuello, acercándose a su boca... lamiendo cuidadosamente la comisura de sus labios.
-- Tengo una.
Ambos sonríen buscándose con la mirada.
-- ¿Ah sí?
Oliver le da un beso pequeño.
-- Sí…
Beso…
-- ¿Qué te parece si subimos a nuestra cama y jugamos un rato?
Beso…
-- Me gusta ese plan
Oliver profundizó el beso acercándola a él, buscando la humedad de su lengua. Deslizando sus manos por su espalda fue llegando hasta sus nalgas. Se alzó con ella en peso arrancándole un gemido a Felicity al sentirse aprisionada contra su cuerpo en el aire.
Oliver sonrió con un matiz travieso.
Entre besos y caricias se dirigen al dormitorio, disfrutando el uno del otro, alimentando ese deseo reprimido durante todo el día.
Llegando a su destino, se dejaron caer sobre la cama, desnudándose con ferocidad, reclamando la piel del otro. Los besos tímidos y pausados se habían convertido en tórridos y apasionados. Los pequeños roces que antes sólo buscaban estimular, ahora anhelaban placer.
Y así… entregándose sin reservas, amándose más allá de lo puramente físico se fundieron en un solo ser.
Algún rato después.
Sus cuerpos desnudos, ya relajados y saciados, descansaban bajo un manto blanco, uno al lado del otro.
Ella permanecía recostada de lado acariciando con mimo y dedicación su espalda como si de alguna manera pudiera aliviar el dolor grabado en cada una de las cicatrices.
-- ¿Sabes? Tengo que darte las gracias.
Oliver la miró sorprendido por aquel comentario
-- ¿Por qué?
-- Por encontrarme.
Oliver sonrió.
-- En realidad me encontraste tú a mí. Y doy gracias por ello cada día.
Sus miradas, profundas e intensas se encontraron. Ella le escuchaba atenta, en silencio.
-- Cuando llegaste a mi vida todo cambió. Me hiciste comprender que había otro camino. Que ya no era aquel chico que naufragó en la isla…ni tampoco un asesino. Poco a poco he ido descubriendo quién soy. Y ha sido gracias a ti.
Oliver elevó su cuerpo hasta poder alcanzar sus labios en un beso lleno de ternura.
Para ella que Oliver se abriera de esa manera era algo muy valioso.
-- Tú también cambiaste mi vida. Conseguiste que una simple chica informática pudiera sentir que formaba parte de algo, sentirse útil, especial.
Oliver acarició su mejilla.
-- Eres especial Felicity. Siempre lo has sido. Sólo tenías que darte cuenta de ello.
-- Bueno, ciertamente nunca pensé que pudiera disparar un arma o enfrentarme a un asesino en serie. O peor aún, que llegaría a reconciliarme con mi madre.
Ambos sonrieron ante ese último comentario.
-- Pero no me importa. Es el precio que he de pagar por haberme enamorado de ti.- Respondió inocentemente.
-- Yo espero que no tengas que volver a pasar por eso.
-- ¿Lo dices por no tener que aguantar mis balbuceos después o por no tener que hacerme de niñera?
-- Lo digo porque quiero que estés a salvo.
-- ¿Aunque te lleve la contraria o te ponga nervioso con mis balbuceos?
-- Sobre todo por eso. – Oliver esbozó una sonrisa - Ya que, eso, fue lo que hizo que me enamorara de ti.
Felicity sonrió abiertamente. Sus ojos candentes y expresivos le miraban con absoluta devoción.
Fue acercándose a él despacio, fijando su mirada en aquellos labios carnosos, hasta que finalmente pudo fundirse con ellos en un beso largo, sensual... un beso, que empezó a despertar algo que había quedado dormido minutos antes.
A ese beso le siguieron algunos más, los cuales fueron desencadenando esa mágica reacción química que se producía cuando sus cuerpos se encontraban.
Felicity se fue incorporando lentamente hasta colocarse encima de Oliver, quien al intuir las intenciones de su chica giró su cuerpo hacia arriba notando la calidez de Felicity sobre él.
-- Felicity… - Intentó protestar
Ella ajena a sus quejas simplemente ronroneó continuando con su tarea.
-- Felicity…
Los ruegos de Oliver eran eclipsados por el deje salado de sus besos, ese, que le volvía loco.
-- Eres insaciable ¿lo sabías?
La sonrisa de Oliver le delataba, le tenía exactamente dónde quería.
-- Sólo contigo.- contestó correspondiendo su sonrisa
Oliver la observó con esa dulzura en la mirada que sólo reservaba para ella.
Sus bocas se enzarzaron en una deliciosa lucha de poder, donde lo importante no era quien ganara o perdiera, sino lo mucho que iban a disfrutar.
FIN
Escena 2
Diggle se encontraba en las cabinas principales de control de la compañía Merlyn Global supervisando que todo fuera según lo previsto mientras que Oliver y Felicity intentaban acceder al sistema central desde uno de los despachos.
- Chicos tenéis menos de 5 minutos hasta el siguiente cambio de turno.
Oliver presionó su intercomunicador.
- Gracias Dig.
Se acercó a su compañera para ver qué estaba haciendo.
- Felicity tienes que darte prisa.
- Soy buena pero no me presiones, no es fácil hackear un sistema de alta seguridad ¿sabes?
Oliver miró hacia el cielo suplicando paciencia.
Diggle miró la pantalla observando con preocupación que uno de los guardias había adelantado su entrada al edificio.
- Oliver tenéis compañía. ¡Salid ya!.
- ¡Felicity desconecta ya!.
Ella intentó apurar los últimos segundos.
- Sólo unos segundos más...
- ¡No tenemos unos segundos más!.
Oliver estaba algo nervioso, no le preocupaba que le encontraran a él pero no podía poner en peligro a Felicity, esa era su máxima preocupación.
- Oliver... ¡lo tenéis encima!
El guarda de seguridad se acercó al despacho donde nuestros amigos se encontraban, abrió la puerta y.... no había nadie.
- Todo en orden. Cambio.
- Recibido.
El guardia cerró la comunicación disponiéndose a abandonar la habitación.
Diggle suspiró aliviado. Por esta vez estaban a salvo.
- En una de estas me da un infarto. Lo tengo claro.
Oliver había conseguido abrir una de las compuertas de ventilación para poder refugiarse.
- Te odiaré el resto de mi vida por esto.
- Al menos estarás viva para intentarlo.
Unos segundos antes....
Felicity miraba la pantalla con suma atención como si eso ayudara a que el proceso terminara antes.
Podía sentir cómo su corazón palpitaba con rapidez.
- ¡¡ya está!!
Desconectó todo lo más rápido que pudo y se volvió hacia Oliver.
- Felicity entra ahí vamos.
Ella le miró con su cara de "no puedes estar hablando en serio".
- ¿Qué? ¿Quieres que me meta ahí? No no no, ni hablar. ¿sabes la de bichos y gérmenes que se reproducen en esos sitios?.
Oliver cogió aire y lo soltó de golpe.
- Voy a contar hasta 3. 1... 2...
- No no no. NOOOOOOOO
Antes de que pudiera terminar cogió a Felicity empujándola hacia el interior del conducto de ventilación.
Podía sentir cómo su corazón palpitaba con rapidez.
- ¡¡ya está!!
Desconectó todo lo más rápido que pudo y se volvió hacia Oliver.
- Felicity entra ahí vamos.
Ella le miró con su cara de "no puedes estar hablando en serio".
- ¿Qué? ¿Quieres que me meta ahí? No no no, ni hablar. ¿sabes la de bichos y gérmenes que se reproducen en esos sitios?.
Oliver cogió aire y lo soltó de golpe.
- Voy a contar hasta 3. 1... 2...
- No no no. NOOOOOOOO
Antes de que pudiera terminar cogió a Felicity empujándola hacia el interior del conducto de ventilación.
El espacio era reducido, demasiado para dos personas, por lo que sus cuerpos quedaron literalmente pegados. Sus rostros estaban separados por escasos milímetros.
Felicity no dejaba de removerse y farfullar debido al asco que sentía.
- No quiero estar aquí. Voy a coger una infección estoy segura. Esta me la pagarás. Dijo sollozando sin parar.
Oliver sintió la presencia de alguien en el despacho. Si no conseguía que se callara los encontrarían, así que optó por silenciarla.
Sin pensarlo, acercó sus labios a los de Felicity, besándola con una intensidad y un arrojo desconocidos en él.
Aquella inesperada iniciativa por parte de Oliver la cogió totalmente desprevenida. No podía ni tan siquiera reaccionar.
Oliver notaba cómo el cuerpo de su compañera temblaba bajo el suyo. Sencillamente le encantaba.
Al sentir sus cálidos labios sobre ella un escalofrío la envolvió, no podía creer que aquello que tanto había deseado, se estuviera haciendo realidad.
Justo cuando Felicity notó el roce de su lengua sobre ella, anhelando lo que venía después, Oliver escuchó una voz en su oído.
- Despejado.
Cuando el peligro hubo pasado Oliver se separó lentamente de ella. Había disfrutado mucho de ese beso. Quizá demasiado.
- ¿Estás bien?.
Miró a su compañera que aún seguía con los ojos cerrados sin ser capaz de articular palabra.
Oliver emitió una sonrisa.
- Eh Felicity no te lo tomes a mal pero... pesas mucho.
Esas palabras trajeron a Felicity de vuelta al mundo real.
- Lo siento... se me ha dormido la pierna no podía moverla.
- Pues imagina cómo está la mía...
Felicity miró hacia abajo.
- La tuya esta libre. Dijo inocentemente
- Tranquilo Oliver, no lo ha pillado.- contestó Dig desde su intercomunicador
- Eso parece.
Felicity se le quedó mirando con cara de no saber qué estaba pasando.
Al sentir sus cálidos labios sobre ella un escalofrío la envolvió, no podía creer que aquello que tanto había deseado, se estuviera haciendo realidad.
Justo cuando Felicity notó el roce de su lengua sobre ella, anhelando lo que venía después, Oliver escuchó una voz en su oído.
- Despejado.
Cuando el peligro hubo pasado Oliver se separó lentamente de ella. Había disfrutado mucho de ese beso. Quizá demasiado.
- ¿Estás bien?.
Miró a su compañera que aún seguía con los ojos cerrados sin ser capaz de articular palabra.
Oliver emitió una sonrisa.
- Eh Felicity no te lo tomes a mal pero... pesas mucho.
Esas palabras trajeron a Felicity de vuelta al mundo real.
- Lo siento... se me ha dormido la pierna no podía moverla.
- Pues imagina cómo está la mía...
Felicity miró hacia abajo.
- La tuya esta libre. Dijo inocentemente
- Tranquilo Oliver, no lo ha pillado.- contestó Dig desde su intercomunicador
- Eso parece.
Felicity se le quedó mirando con cara de no saber qué estaba pasando.
FIN
Escena 3
John y Felicity permanecían en la guarida, en silencio, cada uno concentrado en lo que tenían que hacer.
El ruido de unos pasos alertó de la presencia de alguien. Sin desviar la mirada siquiera, sabían que se trataba de Oliver. Diggle observó a su compañera en la distancia, su rostro se endureció.
Oliver con cierta expresión de sumisión, miró a Felicity... ella se encontraba sentada sobre su sillón dándole la espalda, se acercó a ella casi con sigilo.
- Felicity... ¿tienes el informe de...?
Su voz era suave, relajada pero antes de que pudiera terminar la frase, Felicity dio un golpe en la mesa con una carpeta oscura justo a su lado.
No le miró, ni le contestó. Oliver apretó los labios, cogió la carpeta sin decir nada más y se sentó al lado de Diggle.
- ¿Todo bien?
- Sí, todo bien.
- Oliver...
- Se le pasará Dig.
Diggle, aún sabiendo que su compañero se estaba auto engañando, no quiso insistir. Veía que fuera o que fuera lo que hubiera pasado entre ellos, le estaba afectando.
Apartamento Olicity
Por la noche...
Felicity se encontraba acurrucada dentro de la cama, leyendo un libro cuando siente que Oliver llega a casa. Sin poder evitarlo, su cuerpo se tensa.
Oliver subió las escaleras, cansado y rendido. A medida que sus pies subían cada peldaño su cuerpo emitía un profundo resoplido.
Cuando atravesó el umbral de la habitación, posó su mirada sobre ella... quizá anhelando algún avance, esperando alguna señal... pero nada había cambiado.
Ante su indiferencia decidió aparcar el tema de momento, quizá mañana estaría más receptiva.
Empezó a quitarse la chaqueta cuando escucha la voz de Felicity a su espalda.
- ¿No pensarás dormir aquí?
Oliver se quedó quieto, cerró sus ojos como muestra de dolor.
- ¿Prefieres que me vaya?
Su silencio fue suficiente respuesta. Volvió a colocarse la chaqueta marchándose de la habitación sin decir nada, sin mostrarle su dolor.
Felicity quiso hablar... sus labios se entreabrieron intentando pronunciar aquellas palabras tan esperadas, pero algo la frenó...
Cada paso que le alejaba de ella... era una punzada aún más fuerte.
Oliver necesitaba pensar...anduvo durante un tiempo indefinido, perdiendo su mirada en el infinito, envuelto en el manto de la noche.
Unos minutos más tarde...
Diggle se encontraba en su casa, acomodado en su sofá terminando de limpiar su arma, cuando siente unos golpes en la puerta.
Miró su reloj, eran más de la 1 de la mañana.
Acortó la distancia que le separaba de su inesperada visita con pasos pequeños e insonoros.
Cuando divisó a través de la mirilla la identidad de la persona que le esperaba al otro lado, su cuerpo se relajó alejando su mano del arma en su espalda.
Abrió la puerta con gesto divertido apoyando su antebrazo en ella. Una incipiente sonrisa asomó a sus labios.
- Déjame adivinar. No se le ha pasado.
Oliver apretó los labios negando con la cabeza.
- No.
- Pasa. ¿te apetece una cerveza?
Diggle le cedió el paso al interior de la casa. Oliver permanecía serio, apagado.
- No gracias.
Diggle observó cómo Oliver se dejaba caer sobre el sofá, deslizando las manos por sus mejillas hasta atrapar su rostro entre ellas, quedándose ahí, escondido.
Estaba preocupado. El distanciamiento con Felicity le estaba afectando de verdad.
Diggle permanecía en silencio...estaba sorprendido. Eran muy pocas las veces que le había visto así de derrumbado.
Cuando quiso pronunciarse, algo empezó a vibrar en su bolsillo llamando su atención.
Cogió su móvil y al ver quién llamaba se retiró hacia un lugar más apartado.
- Dime Felicity.
Al ver el poco tiempo transcurrido antes de la respuesta temió haber sido inoportuna.
- Lo siento Dig. ¿te he despertado?
- No tranquila. ¿Qué ocurre?
Felicity dudó unos segundos.
- Es Oliver. No ha vuelto a casa. ¿Está contigo?.
Diggle dirigió su mirada hacia el salón.
- Estás preocupada eh.
- Esta mañana discutimos. Pensé que con el tiempo vendría a hablar conmigo, que se disculparía.
- Tal vez lo haya hecho a su manera.
Felicity empezó a darse cuenta de que Diggle tenía razón. En la guarida intentó hablar pero ella le echó de su lado muy bruscamente. Cerró los ojos sintiéndose mal por lo que había hecho. Había sido injusta.
- Soy una idiota.
- No seas dura contigo misma. Los dos habéis estado sometidos a mucha presión. Dale un poco de margen. Volverá.
- ¿Y si es demasiado tarde?
- Felicity, no sé qué ha pasado entre vosotros pero sí sé una cosa: Oliver está loco por ti. Y eso no va a cambiar.
Felicity sonrió levemente.
- Gracias John.
- Si me necesitas, aquí estaré. Dijo con una sonrisa.
Antes de colgar Felicity pronunció su nombre una vez más.
- Dig.
- Gracias por cuidar de él.
- De nada.
Felicity se sentía más tranquila. Hablar con Dig siempre tenía un poder balsámico sobre ella.
Diggle tomó aire, ahora le quedaba la parte más difícil.
Al escuchar pasos tras de sí, Oliver decidió arriesgarse a preguntar.
- ¿Era Felicity verdad?
- Sí.
- Siempre acude a ti. - expresó una sonrisa triste
- Habría acudido a ti pero resulta que esta vez el problema es contigo.
Dig se sentó a su lado.
- ¿Qué has hecho esta vez Oliver?
- ¿Por qué crees que he sido yo?
Oliver se giró hacia él para terminar viendo su ceja completamente levantada en sentido de incredulidad.
Oliver suspiró resignado.
- Retiro la pregunta.
Durante unos segundos el silencio predominó entre los dos. Oliver normalmente es muy reservado con sus sentimientos o con sus problemas. Sólo se abre ante dos personas. Y una de ellas estaba frente a él.
- Teníamos un punto de vista diferente sobre el caso. Discutimos... y tal vez pagara injustamente con ella todo lo que me está pasando. Con ella puedo ser yo mismo. No tengo que ser Oliver el hijo perfecto ni Oliver Queen el líder que todo el mundo espera que sea, ni el hermano capaz de resolver cualquier problema. Ella forma parte de mí...Con ella...todo...es más sencillo. - el timbre de su voz se fue apagando.
- ¿Has pensado en disculparte?
- Lo intenté en la guarida...a mi manera...
- Pues no vuelvas a usarlo, no ha sido muy efectivo.
Volvió esa sonrisa triste a sus labios.
- ¿Por qué no pruebas un lo siento?. Suele funcionar.
- Antes de venir aquí, fui a casa, pensé que estaría más tranquila, que podríamos hablar pero...me equivocaba.
- Sigue intentándolo. No hay otra manera.
- ¿Y si no quiere?
- Oliver...es Felicity. Es cabezota, impulsiva, adorable y por razones que aún desconozco, te adora.
- Cederá. Créeme. - le contestó Diggle sonriente.
Por primera vez la sonrisa de Oliver era la misma de siempre.
- Vete a casa Oliver. Habla con ella y soluciónalo.
Más calmado y tranquilo se levantó del sofá.
- Gracias John.
- No te preocupes ya te pasaré la factura.
El rostro de Oliver mostró algo de sorpresa.
- El contrato de guardaespaldas|jefe de seguridad no incluye los servicios de psicólogo.
- Siento defraudarte, pero el de hermano sí incluía esa cláusula.- le contestó con una sonrisa
Tras marcharse Diggle sonrió.
- Primera crisis superada.
FIN